La vida (final)

Esa felicidad no duró el tiempo suficiente como el que se merecían, pasó un año y tras varios falsos atrasos ella no quedaba embarazada, amigos y familiares opinaban que era culpa de la ansiedad, es verdad, la ansiedad los estaba consumiendo, se fueron de vacaciones a una playa casi desierta, se emborracharon para relajarse y nada, pasó otro año y decidieron consultar a especialistas en inseminación, exámenes interminables para ambos, él trataba de mantenerla alegre y con esperanzas, hasta que llegaron los resultados.
Ella tenía problemas con la glándula hipófisis, estaba de un tamaño mayor al normal, eso sumado a un tratamiento que tenia que comenzar ya mismo por que sufria de hipertiroidismo…parecía el tiro de gracia, ella empapada en lágrimas, él tratando de pasar el mal trago y de no llorar para consolarla abrazados en medio de la calle, estuvieron toda una semana tratando con mimos y abrazos de tranquilizarse mutuamente para poder pensar el rumbo a tomar.
Decidieron comenzar con los tratamientos, pastilla y pastillas y mas pastillas, llegaron a realizar inseminación asistida….nada, inseminación artificial….nada, él era testigo como la batería de medicamentos la estaban destruyendo físicamente, día a día renacía una nueva esperanza y así se esfumaba como la arena entre los dedos. Sabía que ese cuerpito no podía aguantar mucho mas.
El propuso ovodonación ...ella no lo aceptó,
Ella propuso adoptar…..esta vez él se negó,
Luego de varios intentos y viendo que nada prosperaba, la pareja se fue deteriorando, ya discutían por tonterías, él llegaba cada vez más tarde de su trabajo, ella no lo llamaba durante el día, la resignación, frustración y monotonía fueron cavando una zanja entre ellos, imposible seguir así.

Volvieron a separarse, pero esta vez no fue de común acuerdo ni con lágrimas, esta vez fue con gritos y decepción, él se distrajo en otras camas, otros brazos, tratando de buscar falso consuelo y comprensión que nunca encontró.
Ahora, allí sentado, solo con sus pensamientos, levantó el teléfono y llamó a ese numero que ni necesitaba recordar, sus dedos lo marcaban automáticamente, la voz de ella del otro lado parecía de otra persona…

El – Como estas?
Ella – Mal, muy triste
El – Solo quería que sepas, que aunque no estemos mas junto, siempre voy a cuidarte.
Ella – Lo sé, jamás vamos a terminar esto.
El – Es verdad, tampoco quiero terminarlo así, te sigo queriendo como siempre, perdoname.
Ella – Yo también te quiero mi amor.