viernes, 1 de abril de 2011

Con uno mismo

Sé que hay casualidades en la vida, lo sé muy bien, pero se dan una cada tanto y no es común o normal que pasen muchas dentro de un corto periodo de tiempo, cuando estas cosas pasan uno se siente a la deriva, sin rumbo y abandonado a la suerte hasta que pase la tormenta.

Cuando las aguas se aquietan, las nubes se disipan y la mente por fin puede hilvanar dos pensamientos seguidos, te preguntas…que pasó? Por qué tantas desgracias al mismo tiempo?, que me quieren mostrar? Meditas día tras día en estas cosas, tratas de averiguar cuál es la enseñanza, el significado, el rumbo a seguir, la soledad termina siendo buena compañera, hay personas que te acompañan en este proceso pero no lo saben.

Poco a poco vas comprendiendo que el tema sos vos, que tenes que mirarte más detalladamente, conocer tus fortalezas y debilidades, ya no importa que queres o que necesitas para llenar tus espacios vacios, tampoco ese afán de ser el padre protector de cuanta alma desvalida se cruce en tu camino, estas reconociendo que tu alma requiere de vos.

Podes seguir el camino que más cómodo te quede o el que más te guste para satisfacer tus necesidades básicas, no está mal, siempre y cuando recuerdes que nadie es culpable del golpe que se avecina y que va a dolerte solo a vos, eso se llama asumir las consecuencias de tus decisiones.

Muchos creen sabérselas todas, pasan por la vida como si estuvieran pasando una puerta para ir de un lugar a otro, sin darse cuenta ni sospechar, que tarde o temprano llegará el momento de no saber donde están parados y mucho menos para que vivieron todo lo que vivieron, todo llega y eso lo sé.

Lo hermoso de mis pensamientos y la soledad, es que descubrí almas muy similares a la mía, ellas hace más tiempo que meditan sobre estas preguntas y me ayudan a comprender que el secreto está en mi, cada salida, cada nueva persona que conozco, es un nuevo mundo lleno de aventuras, es como si inconscientemente me cruzara con estas almas casi gemelas y como imanes nos atrajéramos. En el último mes conocí e hice amistad con más personas que durante toda mi vida y a otras que conocía de toda la vida, las estoy re descubriendo.

Todo pasa por algo, el destino, al cual odiaba hace un mes, me hizo comprender, a golpes de puño, que estaba en la senda incorrecta, me corrigió el rumbo para ponerme en el camino correcto, sin rencores, sin malos pensamientos y demostrarme una vez más que tengo que dejar salir a ese buen tipo del que todos hablan.

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